martes, 27 de junio de 2017

Sorpresas de melocotón y canela

¡Hola amores míos!

¡Cuánto tiempo sin pasarme por aquí! Y cuantas recetas acumuladas tengo... ¡Madre mía!

¡El problema es encontrar el tiempo!

Y bueno, ahora... ¡las ganas de separarme del ventilador! Jaja... Que, aunque no haga más que mover el aire caliente (como yo digo), algo de fresquito da, aunque sea un poco. Y es que ya tengo ganas de que se acabe esta calor, que la calor y yo no nos llevamos nada bien. Me agota, se lleva mis energías y me estresa, y es que no me la quito con nada. Aunque bueno, hoy que ha llovido un poquito, parece que la calor a disminuido un poco, pero solo un poco... Lo justo para poder sobrevivir sin el ventilador. Jajaja.

Y vosotros... ¿cómo lleváis esta calor? ¿Qué truquitos usáis para combatirla?

Jaja, me encantará probarlos todos juntos... A ver si así se pasa más fácil, jeje.




Bueno, vamos a centrarnos un poco...

Aunque os cueste creerlo, a pesar de este calor, me he arriesgado a encender el horno, y no me arrepiento, porque me salió un postre delicioso. Y no me importó que se comiera caliente, ya que con un buen vaso de leche bien fresca, o un smoothie o un frappuchino o lo que sea fresquito, hacen una combinación perfecta.



¿Y de qué estoy hablando, os preguntaréis?


Pues del postre que hice con melocotón y obleas para el reto "Alfabeto dulce", que por fin puedo volver a participar, y este mes tocaba melocotones y obleas.

Así que, como ya sabéis, que las obleas sin gluten es muy difícil de encontrar, decidí hacer mis propias obleas de arroz sin gluten, y luego rellenarlas de melocotón y canela. Y el toque final es dorarlas en el horno, para que se doren un poquito y se pongan crujientitas, por eso es mejor tomarlas un poco calientes.

La verdad es que salieron muy ricas, y las obleas me gustaron tanto que mejoraré la receta, y las incorporaré casi, casi, a mis postres y comidas. Jeje.

Y es que, también se pueden rellenar de salado, y tengo ganas de hacer rollitos de primavera con ellas... ¡a ver que tal salen!

Así que, os animo a que vosotros también la incluyáis en vuestras recetas. Y que mejor manera... ¡que con esta que os traigo!

Así que venga... ¿dónde guardas los melocotones?

Y tranquilos... ¡que esta también tiene vídeo!


¡Vamos a darnos un capricho!

SORPRESAS DE MELOCOTÓN Y CANELA

Ingredientes (12 unidades):

Para las obleas de arroz:


  • 100 g de harina de arroz
  • 60 g de harina de yuca
  • 90 g de almidón de yuca
  • 60 g de maicena
  • 250 ml de agua
  • 150 ml de leche de almendras
  • 1/8 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de aceite de coco


Para el relleno:


  • 4 melocotones grandes
  • 100 g de azúcar moreno
  • 2 cucharadas de canela
  • 3 hojas de menta fresca
  • 1 cucharadita de limón
  • 50 g de agua


Preparación:

Lo primero que tenemos que hacer, después de preparar todos los ingredientes, es el relleno de melocotón y canela; ya que tiene que estar reposando durante 1 hora, y luego enfriarse.

Echamos en un bol, los melocotones pelados y cortados en trocitos grandes, y los mezclamos con el resto de ingredientes del relleno. Para la menta, con ayuda de unas tijeras, la cortamos en trocitos pequeños. Removemos todo muy bien, y dejamos reposar en la nevera durante 1 hora.

Pasado ese tiempo, echamos el relleno en una sartén grande y calentamos a fuego medio-alto, removiendo de vez en cuando. Cuando los trocitos de melocotón estén blanditos, retiramos del fuego y los vamos aplastando poco a poco, para hacerlos un poquito más pequeños, y que quede como una mermelada, pero con trozos de melocotón. Volvemos a poner en el fuego, y lo dejamos hasta que ha espesado bastante.

Retiramos del fuego, y lo echamos en un recipiente (que aguante el calor), para que se enfríe.

Mientras se enfría, vamos preparando las obleas de arroz.


En un bol, mezclamos las harinas, la maicena, el almidón y la sal; y añadimos el aceite de coco. Luego, echamos poco a poco el agua y la leche, dejando que se integren bien en la masa, antes de volver a añadir más. Mezclamos hasta obtener una masa líquida y un poco espesa.

Ponemos a calentar una sartén grande, untada con un poco de aceite de coco, a fuego medio-alto. Y cuando ya esté casi caliente, echamos un poco de masa (os podéis ayudar de un cacito), y extendemos muy bien por la sartén. Esto es lo mismo que si hiciéramos crepes, ya veréis que no es muy difícil. Lo importante es que se quede muy finita, esto si que es un pelín más difícil al principio, pero luego le cogeréis el truquillo y os saldrán geniales.

Cuando comiencen a despegarse un poco los bordes, ya podemos darle la vuelta, dejamos que se haga un poquito más y retiramos del fuego. Os quedarán blanquitas, pero no pasa nada, ya que luego van a ir al horno. Repetimos esto mismo hasta terminar con la masa, y las vamos dejando en un platito.

Precalentamos el horno a 200 ºC.

Ahora, con todas las obleas listas, y con el relleno bastante frío, ya podemos preparar nuestros paquetitos. Para ello, cogemos una cucharada de relleno, la ponemos en el centro de la oblea, y la doblamos de la siguiente manera:


  1. Con uno de los bordes, cubrimos el relleno que hemos puesto, como si hiciéramos un rollito, pero sin llegar al otro extremo.
  2. Pasamos el borde opuesto por encima, y sellamos, haciendo una ligera presión con los dedos. (Esto es muy sencillo, ya que la masa se pega fácilmente.)
  3. Doblamos los lados que quedan libres, uno encima del otro, cerrándolo muy bien.
  4. Le damos la vuelta a nuestro paquetito, para que los lados queden debajo, y no se abran.
  5. Y... ¡ya tenemos listos nuestros cuadraditos!


Repetimos esto con todos los demás, y los vamos colocando en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal.

Antes de meterlas en el horno, podemos espolvorear con un poco de canela y azúcar moreno, para darles un toquecito de color.

Hornearemos durante unos 15-20 minutos, a 200 ºC, o hasta que estén doraditos.

Los sacamos del horno y los dejamos enfriar en una rejilla, hasta que estén un poco templadas.

Como ya os he dicho, es mejor comerlas un poquito calientes, ya que están más crujientitas, y quedan de muerte acompañadas de un buen vaso de leche fresquita o un cafelito con hielo o un buen batido.

Así que... ¡a disfrutar de un buen postre!

Recordad, que os espero en los comentarios y en el facebook, para saber vuestra experiencia y qué os ha parecido. Y si os ha gustado mucho, mucho, podéis seguir el blog para no perderos nada de nada, y ayudar a que se conozca mucho más.

Y oye, que a mí también me hace mucha ilu, jaja. Así veo que os ha gustado.

Y esta vez si que nos veremos prontito, prontito mis soletes.

Besitos muy fresquitos para todos. ¡Y aguantar la calor como podáis!

¡Ánimo! Pensar en cosas fresquitas.




"Las vacaciones son no tener nada que hacer y todo el día para hacerlo" Robert Orben.

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